FUIMOS A MÉXICO
FUIMOS A MÉXICO
En junio de 2024 fuimos a Ciudad de México, invitadas por la Fundación IMSS, deseo y compromiso expreso del Mtro. Saúl Guadarrama. Dos años después de mi primera colaboración con ellos a través de un exitoso webinar sobre el suicidio, pudimos lograr ese vuelo que nos llevara a Clémence Loonis y a mí al II Congreso Fundamentos de la salud mental y tratamientos psíquicos. Allí, reunidos profesionales de la salud mental de las distintas instituciones del IMSS, el Instituto Mexicano del Seguro Social. El IMSS, es la Institución con mayor presencia en la atención a la salud y en la protección social de los mexicanos desde su fundación en 1943, para ello, combina la investigación y la práctica médica, con la administración de los recursos para el retiro de sus asegurados. Hoy en día, más de la mitad de la población mexicana, tiene algo que ver con el Instituto, hasta ahora, la más grande en su género en América Latina.
La Fundación IMSS es una asociación civil autónoma y sin fines de lucro, fundada en 2003 con el objeto social de la investigación en salud y del desarrollo social, encaminada a mejorar la calidad de vida y atención de las y los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y sus familias.
El Grupo Cero, Escuela de Poesía y Psicoanálisis, fundada en Madrid en 1981 por el Dr. Miguel Oscar Menassa, estaba así representada por dos de sus integrantes en un congreso nacional mexicano. A México nos llevó el Psicoanálisis, la necesidad de incorporar ese discurso a los profesionales e instituciones que trabajan para más de 140 millones de mexicanos y mexicanas. Después del cordial recibimiento y acompañamiento en los cuatro días que permanecimos en tierras mexicanas, podemos decir que en nuestro discurso estuvo presente el Psicoanálisis y el nuevo campo científico que abrió el Dr. Sigmund Freud a comienzos del siglo XX. Fue a partir de ese momento histórico que se inauguró el campo de lo psíquico en el conocimiento científico ya que aportó los instrumentos teóricos y técnicos para poder abordar las cuestiones relativas a a la salud mental y ofrecer un tratamiento psíquico a las patologías, numerosas, que aquejan a un amplio sector de la población mundial. La pandemia COVID-19, los confinamientos, sus efectos en la salud de las personas y los cambios en el modelo socioeconómico, pusieron en altavoz algo que la OMS, entre otros, ya había alertado hace años: la salud mental es la verdadera pandemia del siglo XXI. Invertir en salud mental no es ningún lujo, es una necesidad, por parte de instituciones y por parte de todos y cada uno de los ciudadanos.
La industria farmacéutica, una vez más, se frota las manos y se quiere apropiar del pastel, allá donde ve posibilidad de rentabilidad económica mete la mano, crean nuevos diagnósticos, nuevos pacientes y clientes de una farmacología que pretende atender lo psíquico desde lo biológico, como antes se pretendió abordar lo psíquico desde la reclusión o desde los electroshock, es decir, con resultados infructuosos. En esa coyuntura nos situamos en el estrado, escuchando lo que profesionales médicos y psicólogos decían, todos profesionales de amplia formación y experiencia, pero que nada nombraron de lo psíquico, ni de la etiología de las manifestaciones psíquicas ni de tratamientos que se enfocaran en lo psíquico. Sí hablaron de lo biológico, de la interacción de los psicofármacos y los neurotranmisores, del origen genético de ciertas enfermedades, de la prevención de las enfermedades mentales, manteniendo aún la idea de trauma o experiencia real, abandonada hace más de 100 años por el psicoanálisis. No cabe duda de que estamos situados en un nuevo piso en el amplio edificio de la salud. Los modelos actuales con los que la mayoría de los profesionales están trabajando siguen manteniendo postulados previos a los descubrimientos psicoanalíticos, siguen abordando las enfermedades desde el ensayo y error, pues no saben nada del modo de producción de las mismas. Luego, muchos de esos profesionales critican, sin saber, la teoría psicoanalítica porque viene a plantear un nuevo estado de cosas que ellos desconocen y rechazan afectivamente. NO QUIERO, NO QUIERO, NO QUIERO. NO SÉ.
Allí estábamos nosotras, psicoanalistas, poetas del Grupo Cero, militantes de lo psíquico en carne propia y como profesionales en nuestras consultas y aulas, hablando en altavoz para ser escuchadas, reconociendo que, pese a todo, el ser humano avanza, las ciencias avanzan. Tenemos un instrumento eficaz, complejo, para abordar estas cuestiones, estamos en las mejores condiciones para poder formar a profesionales de la salud, informar y formar, para que puedan realizar un más eficaz abordaje a la salud de la población. Hay que hacer a un lado a las buenas intenciones, no curan a nadie, la moral no cura a nadie, la prevención no es en la infancia, es en los adultos aparentemente “normales”. A los niños hay que dejarlos crecer, hay que intervenir sobre padres y profesores, son los principales responsables, directos o indirectos, de la fijación de los trastornos infantiles. Todos hemos tenido en nuestra infancia crisis de crecimiento, periodos de neurosis infantil, ello no determina que en el futuro ese niño sea un adulto enfermo.
Con el compromiso de la continuidad, con las manos tendidas a la colaboración y a aportar nuestros conocimientos y experiencias para formar a los profesionales sanitarios mexicanos y del mundo, los psicoanalistas del Grupo Cero, Primera Internacional Independiente del Psicoanálisis, hemos propuesto becas de formación para aquellos profesionales del IMSS que deseen integrarse en los seminarios de formación en psicoanálisis de la Escuela Grupo Cero. El mayor compromiso es el trabajo, la humildad de aprender de los maestros que nos indican el camino para que podamos seguir aportando claves que mejoren la vida de las personas. Nuestra misión es ser profesionales preparados, al servicio de las instituciones y, sobre todo, al servicio de los enfermos que tanto nos necesitan, sin que esa labor menoscabe nuestra propia salud y desarrollo personales. Con la mirada puesta en el futuro, el futuro es hoy, sigamos haciendo para que el psicoanálisis ocupe un lugar cotidiano en nuestras vidas, que la salud mental no sea un lujo, sino un trabajo cotidiano.
24 de junio de 2024
Helena Trujillo Luque
Psicoanalista de Grupo Cero