Aplicaciones no médicas del psicoanálisis
Aplicaciones no médicas del psicoanálisis
Una de las primeras aplicaciones del psicoanálisis fue la que nos enseñó a comprender la animadversión que el mundo circundante nos demostraba porque ejercíamos el psicoanálisis. Otras aplicaciones de naturaleza objetiva pueden aspirar a un interés más general. Nuestra primera intención fue la de llegar a comprender las perturbaciones de la vida anímica humana, ya que una experiencia singular nos había mostrado que en tal terreno la comprensión coincide con la curación y que hay un camino que conduce de la una a la otra. Pero luego, cuando reconocimos las íntimas relaciones, o incluso la identidad interior, entre los procesos patológicos y los llamados normales, el psicoanálisis se convirtió en psicología abisal, y dado que nada de lo que crean o hacen los hombres es comprensible sin auxilio de la Psicología, nacieron espontáneamente las aplicaciones del psicoanálisis a numerosos sectores científicos, sobre todo a las ciencias del espíritu, y plantearon nuevas tareas. Desgraciadamente, tales tareas tropezaron con obstáculos dependientes de la situación dada y que todavía hoy no han sido del todo removidos. Tal aplicación requiere conocimientos especializados que el analista no posee, mientras que los
especialistas correspondientes desconocen el análisis y a veces no quieren tampoco saber nada de él. Resulta así que los analistas, como meros aficionados con más o menos reparación, improvisada a veces en breve tiempo, han emprendido incursiones en dominios tales como la Mitología, la Historia de la Civilización, la Etnografía, la ciencia de las religiones, etc. Los investigadores asentados en tales dominios los recibieron como a verdaderos intrusos, y sus métodos y resultados fueron en un principio despreciados o rechazados. Pero estas circunstancias mejoran de día en día, y en todos los sectores son cada vez más las personas que estudian psicoanálisis para aplicarlo a su especialidad. Esperamos, pues, que nuestros afanes se vean premiados con una rica cosecha de nuevos atisbos. Las aplicaciones del psicoanálisis son, además, siempre confirmaciones de sus doctrinas. Allí donde la labor científica está más alejada de una actividad práctica, será también menos enconada la pugna inevitable de las opiniones.
Me siento muy tentado de conduciros, a través de todas las aplicaciones del psicoanálisis, a las ciencias del espíritu. Son interesantes para todo intelectual, y además sería para todos nosotros un merecido reposo apartarnos por algún tiempo de lo anormal y de lo patológico. Pero he de renunciar a ello, pues rebasaría los límites de estas conferencias, y —preciso es confesarlo— también mis capacidades. Aunque en algunos de tales sectores fui yo quien dio los primeros pasos, los progresos en ellos realizados desde entonces han acumulado un acervo de conocimientos del que no tengo ya visión precisa y conjunta, por lo que me sería precisa una dilatada labor de recapitulación. Aquellos de vosotros a quienes mi denuncia defraude pueden recurrir a la colección de nuestra revista Imago, dedicada a las aplicaciones no médicas del psicoanálisis.
Sigmund Freud en Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis (1932-33).
Lección XXXIV.—ACLARACIONES, APLICACIONES Y OBSERVACIONES
