NO HAY PRODUCCIÓN DE SUJETOS FUERA DE LA PRODUCCIÓN GRUPAL
Cinco años después …
Seminario coordinadores de grupos – temporada 1994-1995
Presentación del Programa del Seminario. Septiembre de 1994
NO HAY PRODUCCIÓN DE SUJETOS FUERA DE LA PRODUCCIÓN GRUPAL
El programa de este Seminario está estructurado en tres ciclos.
Al abordar los temas de cada ciclo nos encontramos de frente con una cuestión fundamental para la producción de un grupo: La diferencia radical entre actividad y tarea, tan radical como en psicoanálisis es la diferencia entre consciente e inconsciente.
Para que cada uno sea atravesado por el tiempo grupal, tiempo lógico más que cronológico, se hace necesario, estructuralmente, la producción del grupo, un grupo que nos determine como sujetos y que como sujetos seamos su soporte.
Así como sabemos que no hay estructura sin sujeto, ni sujeto sin estructura del lenguaje, es decir, que los significantes determinan al sujeto y el sujeto es el soporte de los significantes. El grupo no es un conjunto de sujetos sino que produce sujetos que a su vez son su soporte material.
Es decir, que comenzamos nuestra andadura diciendo que la concepción grupal determina, rige, la manera de tratar los grupos y la
manera de tratarlos comanda la manera de concebirlos. Y para nosotros no es que lo que se concibe bien se enuncia claramente, sino que lo que se enuncia bien está claramente concebido.
Diferenciar tarea de actividad es fundamental, ya que funda la diferencia que hay entre producción de un grupo como tarea inconsciente (producirse como grupo) y los quehaceres, el saber hacer con lo grupal. Hay un decir que es hacer grupo y un saber hacer con lo producido.
Mientras las actividades son cuestiones sobre las que nos podemos poner de acuerdo, son algo pautable, o sea consciente, la tarea es inconsciente y en su condición de real impide todo tipo de pacto simbólico que no esté precedido por la interpretación.
En el primer ciclo que estamos abriendo, la tarea será la producción
del grupo que tendrá que ver con la formación de: a) un imaginario grupal; b) una ideología grupal; c) un deseo grupal. Y para que esto sea posible deben ser interpretados los obstáculos que se oponen a la producción del grupo bajo las estructuras del Yo, el Superyó y el Ello.
A la constitución de un imaginario grupal se opondrá el Yo: Yo quiero, Yo necesito, Yo demando. Es por eso que la constitución del imaginario grupal tiende a anular lo yoico, una disolución imaginaria de cada integrante para poder levantar este obstáculo de aparición precoz en todo intento de producción grupal.
Los obstáculos para la formación de una ideología grupal surgen del Superyó. Podemos decir que la función del Superyó es como una teología negativa. NO quiero, NO necesito, NO demando (no puedo, no hago) GOZO. El imperativo del Superyó: GOZA, con la COSA, con das DING, con la madre fálica, ocupa toda la escena.
La perpetuación del goce primordial es obstáculo que opera como ideología negativa en la construcción de una ideología grupal y
aquí cabe connotar otra diferencia fundamental en la construcción
de los grupos. La ideología es diferente a las ideas.
La ideología es aquello que determina la acción. La ideología no
tiene nada que ver con las ideas, es un conjunto de razones (siempre
inconscientes) que me permite actuar de una manera determinada.
El momento de la ideología impide pensar. Pero sin ideología
no hay movimiento, es decir, no hay sujetos psíquicos o sociales
sin ideología.
El tercer obstáculo para la producción de un grupo, tarea del primer
ciclo, proviene del Ello. Si Él desea, Eso goza; hace obstáculo
a la producción del deseo grupal. Los obstáculos se materializan en
el intento de borrar (forcluir, repudiar) la diferencia radical entre
tarea y actividad. Así, esos obstáculos intentan diluir la tarea en un
sinnúmero de actividades (hasta amorosas), apuestan por la sinonimia, el pegoteamiento semántico para nada ingenuo, ya que en ese movimiento los integrantes privilegian el narcisismo sobre el trabajo, la familia sobre el grupo. El privilegio se materializa en la
confusión de pensar un grupo como la suma de sus integrantes.
Fijando la posición de la Escuela al respecto decimos: NO hay
producción de sujetos fuera de la producción grupal. Producir, entonces, un grupo que actuará como máquina productora de sujetos
psico-sociales.
Durante el tiempo de producción del grupo, como dijimos, la actividad tiende a reemplazar la tarea siempre, en todos los casos, en
contra de lo grupal.
Se va a tratar de caminar sobre un sendero donde los OTROS valen más que yo, pero los OTROS no refiere a ningún yo, los OTROS son los procesos imaginarios grupales que van más allá de cualquier yo.
Reiterando decimos que el grupo no está formado por sujetos psíquicos, el grupo produce sujetos, determina la producción de sujetos que van a ser el soporte de lo grupal.
Podemos decir en este sentido que la familia o la universidad no forman sujetos sino a condición de constituirse como grupos.
Hablar de lo grupal no es como hablar del inconsciente. No hay un discurso de lo grupal como hay un discurso del psicoanálisis.
El segundo ciclo tendrá como tarea la producción de un proyecto grupal. Los obstáculos que se opondrán a esta segunda tarea pueden denominarse como: Restos del yo: El cuerpo, la personalidad, la familia.
Restos del Superyó: Las instituciones del saber, la moral, modelos
ideológicos del Estado.
Restos del Ello: Narcisismo, Edipo, Castración.
No hay psicoanalista fuera de una cadena de transmisión. En el movimiento que la Escuela está produciendo en ese sentido, no hay Real sin Realidad.
La Realidad son las marcas que lo Real va dejando en ella. Sin Realidad no habría dónde lo real dejara sus marcas.
Para nosotros no hay Institución Escuela de Psicoanálisis sin grupo. Teniendo en cuenta que el grupo no son las personas, los integrantes, los elementos que lo componen, sino que el significante está en el nombre y apellido de la Institución: Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero.
Los sujetos que no han levantado los obstáculos del yo como restos, están todavía enarbolando los emblemas del cuerpo, la personalidad, la familia, que en sí mismas son instituciones pero no sociales, no culturales. El cuerpo biológico, la personalidad consciente, la familia como institución de la Especie Humana, cuya función es reproducir y cuidar la especie, siendo en este sentido animal.
Debemos ser animales, aunque ya hemos escrito que es una crueldad darle el habla a un perro.
El levantamiento de los restos del Superyó es producir en el lugar
de las instituciones del saber (academia-universidad) el saber
inconsciente para dar cabida a lo que del saber inconsciente transporta al goce como imposible. En lugar de la moral, una ética. Y en lugar de los modelos ideológicos del Estado, el grado de libertad
que se produce en la escritura inconsciente de la ideología grupal.
Y por último, el levantamiento de los restos del Ello que impiden
la producción de un proyecto grupal y que denominamos NARCISISMO, EDIPO, CASTRACIÓN, dejará paso a un más allá del sí mismo, a la posibilidad de una teoría de grupos y a la producción de una interpretación de la realidad-real más allá del Edipo, que como sabemos no es el mito de lo psíquico propiamente dicho sino sencillamente el mito del neurótico.
El sujeto de cualquier manera siempre será, como palabra, el puente indeciso de infinitas combinaciones de palabras. A lo que apunto es que se trata de transformarse en productor después de haber sido desde el inicio de los tiempos consumidor. De recibidores natos a dadores universales.
Si he sido formado como psicoanalista tengo que formar psicoanalistas y esto no es sólo el pago de una deuda cualquiera, sino que por simbólica atestiguará que ha habido formación.
Para terminar con cosas sencillas diré que cada vez que el grupo pierde su identidad, pierde su discriminación con el coordinador.
Cuando el grupo dice: No somos el coordinador, nace como grupo. Un bien decir que es hacer. Un saber hacer, siempre inconsciente. Pasos previos a candidatos a psicoanalistas:
El que paga le impone al otro que no exprese su deseo sino bajo la forma de «deseo que Usted se psicoanalice».
Lo que pasa no es lo que pasa. Lo que se recuerda es en función didáctica. El paciente recuerda los efectos de la interpretación, no los hechos y ni siquiera la interpretación.
Si recuerdo los hechos, los sucesos que me pasaron con el psicoanalista, las palabras, no estuve psicoanalizándome.
No tener dinero, no tener amantes, no tener, no tener, es la sustitución de una carencia constitutiva, es decir, que es un no tener que otros tienen y que yo puedo llegar a tener. Secuencia sustitutiva de la carencia constitutiva de la que todos carecen pues nunca hubo y
nunca habrá de eso.
Por eso que no, no, no, no, es propio del goce con das Ding, aún no operó la castración, estoy en contacto con la madre fálica.
Envidia y miedo son al fin de cuentas recuerdos encubridores de la verdad de castración, ya que no es el hombre el que tiene lo que yo no tengo sino mi madre y no es que tenga miedo de perder nada propio sino que lo que me sume en la desesperación y el terror es la castración, para colmo imaginaria, de mi madre fálica.
Todas estas cuestiones funcionan en la producción de los grupos, por eso que se hará necesario el establecimiento y la interpretación consecuente en la transferencia, ya que los celos y la envidia son el legado de la madre y si hay madre, es cierto, hay amor pero no hay grupo.
Tal vez desviándome quiero decir que la idea tiene que ver con el conocimiento, es decir, tiene que ver con el pensamiento consciente.
La ideología es inconsciente, no se puede decir cuál es la ideología antes de la acción. En la acción se ve la ideología, la ideología implica modo de hacer, sólo se puede interpretar después de la acción.
La política es la acción de la articulación de las prácticas. En la política se ve con qué ideología se hizo la articulación. La ideología funciona inconscientemente y nunca deja de funcionar. No hay que no haya ideología.
El grupo tiene extensiones, las instituciones tienen sucursales.
En cuanto a la pertenencia y a la pertinencia diremos que para nosotros son instrumentos de lectura, pueden ser importantes parámetros de funcionamiento o faltar en absoluto.
Ambicionamos heterogeneidad en la comprensión, en la formación, en el psicoanálisis, en la producción.
Al grupo le interesa la historia, a la institución la eficacia.
El tercer ciclo, cuya tarea será la materialización del proyecto
grupal producido en el ciclo anterior, se procesará con ciertas oscilaciones entre:
1. Individuo y masa
2. Economía libidinal y economía política.
3. Producción de vida y producción de historia.
MIGUEL OSCAR MENASSA
En el libro Freud y Lacan -hablados- 2 publicado en la Editorial Grupo Cero