Resistencias contra el psicoanálisis

Os mostraré también como la orientación de vuestra cultura personal y todos los hábitos de vuestro pensamiento os han de inclinar en contra del psicoanálisis y cuántas cosas deberéis vencer en vosotros mismos para dominar tal hostilidad.

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En las actuales circunstancias la lección de esta rama científica (el psicoanálisis) supone la renuncia a toda posibilidad de éxito universitario y aquel que a ella se dedique, prácticamente se hallará en medio de una sociedad que no comprenderá sus aspiraciones y que, considerandole con desconfianza y hostilidad, desencadenará contra el todos los malos espíritus que abriga en sus senos. 

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Sin embargo, hay siempre personas para las cuales todo nuevo conocimiento posee un invencible atractivo, a pesar de los inconvenientes que el estado de lo mismo pueda atraer consigo. 

[…]

Era un deber mío haceros las advertencias que anteceden, sobre las dificultades inherentes al estudio del psicoanálisis.

La primeras de tales dificultades surge en lo relativo a la enseñanza, al entrenamiento en psicoanálisis.

En la enseñanza médica estáis acostumbrados a ver directamente aquello de que el profesor os habla en sus lecciones. Veis la preparación anatómica, el precipitado resultante de una reacción química, o la contracción de un músculo por el efecto de la excitación de sus nervios. Más tarde se os pone en presencia del enfermo mismo y podéis observar directamente los síntomas de su dolencia, los productos del proceso morboso y en muchos casos incluso el germen provocador de la enfermedad. 

[…]

Por desgracia en el psicoanlisis no hallamos ninguna de tales facilidades de estudio. El tratamiento psicoanlitico aparece como un intercambio de palabras entre el paciente y el analista. El paciente habla, relata los acontecimientos de su vida pasada y sus impresiones presentes, se queja, y confiesa sus deseos y sus emociones. El médico escucha. Intenta dirigir los procesos mentales del enfermo, le moviliza, da su atención sobre determinadas direcciones, y proporciona esclarecimientos y observa las reacciones de comprensión o rechazo que de esta manera provoca en él. 

Las personas que rodean a tales enfermos […] no prescinden nunca de expresar sus dudas de que por medio de una simple conversación entre el médico y el enfermo pueda conseguirse algun resultado. […]

Me preguntaréis ahora, y muy justificadamente por cierto, como, no existiendo verificación objetiva del psicoanálisis, ni posibilidad alguna de demostración, puede hacerse el aprendizaje de nuestra disciplina y llegar a la convicción de la verdad de sus afirmaciones. Ese aprendizaje no es en efecto fácil y son muy pocos los que han podio aprenderlo correctamente. Pero naturalmente existe un camino y un método posibles.

El psicoanlisis se aprende en primer lugar por el estudio de la propia personalidad. 

[…] Más los progresos que por este camino pueden realizarse son harto limitados y aquellos que quieren avanzar más rápidamente del estudio de nuestra disciplina lo conseguirán, mejor que por ningún otro medio, dejándose analizar por un psicoanalista competente.

Sigmund Freud en “Lecciones introductorias al psicoanálisis” (1915-1917)

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